ENTREVISTA A MARINA GONZÁLEZ | CIUDAD REAL DIGITAL

Actriz y directora. Destacan sus protagónicos en varios trabajos de Juanfer Andrés (Musarañas, 036) como la adaptación de 'Maridos y Mujeres', o 'El apartamento', y sus locuciones en 'Miedo', de Jaume Balagueró (Rec, Darkness) y 'Asesinos, ¿dígame?', de Raquel Polo.

Como directora ha trabajado en más de una decena de obras entre ficción, videoarte y videoclip. Su último proyecto es el cortometraje 'Familia Feliz' (Hemocianina), protagonizado por Elena Alcaide, José Venteo y Paz García, que se estrena el 12 de noviembre en el Teatro Quijano de Ciudad Real y ha recibido el Premio del Público en el IV Festival de Cine Fantástico y de Terror de Navarra Horror Online Art.



P: ¿En qué momento decides dedicarte a esto? ¿Cómo se empieza?

M.G.: Mi vocación fue muy temprana y el apoyo de mis santos padres incondicional. Comencé en el grupo de teatro Zaum (Escuela de Arte Pedro Almodóvar) bajo la dirección de Soledad Martín-Moreno, que fue la primera persona que me propuso retos interpretativos. También participé en talleres en el Teatro de la Sensación, con los profesionales que Miguel Muñoz de Morales le regala a esta ciudad... porque son un verdadero regalo.

Tan pronto tuve edad y otro título en mis manos con el que defenderme (soy Técnico en Gestión y Administración de Empresas) me marché a estudiar a Madrid. Fueron unos años muy intensos, llenos de aprendizaje y personas maravillosas.

La verdad es que tuve una suerte loca porque, a pesar de que busques y compares, escoger la escuela adecuada puede llegar a ser una lotería. Metropolis y el Instituto del Cine fueron mis sólidos pilares, pero también conté con la paciencia e inestimable consejo y apoyo del actor (mi queridísimo) Josep Albert. Ya digo que tuve tremenda suerte.

La formación en esta profesión es la columna vertebral, el núcleo, tu comienzo. Nadie quiere un mal comienzo.



P: ¿En qué punto de tu vida profesional estás?

M. G.: En el de no parar. Esto es una carrera de fondo y hay que continuar creando y apoyando otros proyectos. La formación en este sector nunca termina, y cuanta más y diversa experiencia adquieras mejor.

Ahora voy a dirigir un cortometraje con Elena Alcaide que firma ella misma, pero también tenemos pendientes dos cortometrajes más y “el proyecto”, un largometraje que nos gustaría comenzar a rodar el año que viene.

Las cosas necesitan su tiempo y el formato corto es imprescindible para poder liarse la manta a la cabeza y realizar un largometraje, porque te enseña a trabajar en equipo, a definir tu estilo narrativo, a ser realmente coherente con lo que haces... y, sobre todo, te aporta sensatez a la hora de dar forma a un proyecto. Para rodar un largo necesitas una visión global, saber lo que quieres y cómo lo quieres y eso no se consigue sin merendarse unos cuántos rodajes antes.



P: Cumples varios roles dentro de las producciones en las que participas. ¿Con cuál te quedas?

M. G.: ¿Es que hay que elegir? :) Soy actriz, me he formado como tal y me apasiona, pero también necesito crear mis propias historias y dirigir. Son vocaciones demasiado fuertes para esconderlas en un cajón. En cualquier caso, no son incompatibles, todo lo contrario, se enriquecen entre sí.

Respecto al resto de roles... bueno, la producción ya no es lujo, es necesidad. No todo el mundo va a complicarse la vida porque hayas tenido una idea interesante, así que no queda otra que moverse y sacarla adelante. Lo mismo ocurre con las labores de montaje y post-producción.

En el Instituto del Cine procuraban que hiciéramos de todo en los rodajes y con razón. No sólo fortalece el sentimiento de equipo, si no que te convierte en un profesional polifacético, resolutivo y disciplinado. Alguien con quien el resto de compañeros querrá contar.



P: ¿Qué géneros trabajas? ¿Te decantas por uno en concreto?

M. G.: Me encanta el terror, soy una gran aficionada, pero entiendo que el cine es entretenimiento. Los directores y compañías productoras que lanzaron grandes títulos en los 80's lo veían así y procuraban que sus películas tuvieran un perfecto equilibrio entre aventuras, comedia, drama, terror... Títulos como 'Fright Night' (Tom Holland, 1985), 'Gremlins' (Joe Dante, 1984), 'E.T.' (Steven Spielberg, 1982) o 'The Goonies' (Richard Donner, 1985) tienen un encanto especial y poderoso, y es este equilibrio el que les permite emocionar a distintas generaciones sin que los años hagan mella en ellas. Esteban Roel (Musarañas), mi profesor de interpretación y director del Instituto del Cine, nos regaló una perla: “El cine es violencia”. Hablamos de la necesidad del conflicto como detonante dramático y hablamos de la necesidad del público de disfrutar de historias que realmente les hagan sentir. A mayor violencia (conflicto) mayor emoción.

Mi primer cortometraje, 'Apaga la luz', tenía un componente fantástico y buscaba crear un ambiente de pesadilla, pero no deja de ser un drama psicológico de corte social y familiar.

El resto de mis trabajos poseen puntos similares, pero se trata más una cuestión de gusto estético que no debe confundirse con el género. Si echamos un vistazo a mis 10 películas favoritas, queda claro que no me gusta encerrarme en un único estilo.



P: ¿Cómo ves el panorama nacional y local?

M. G.: El de siempre, crisis en el sector. Por supuesto, se sigue trabajando, se innova, se pelea y se sufre.

Ni el IVA, ni los abusos, ni la carencia de presupuesto van a acabar con el amor de tantos profesionales, aunque sí se llevará a muchos por delante.

Creo que hay un claro problema de base y es que no disponemos de industria. En Francia, porque no hace falta irse a EEUU, no se trata a los artistas como titiriteros. Hay respeto por la cultura y son conscientes de que enriquece la vida de las personas.

El tema de las subvenciones tampoco ayuda. No creo que estén bien planteadas la mayoría de las veces, pero es muy rídiculo que siempre se nos eche en cara, como si el resto de sectores no las disfrutaran.

Soy de la opinión de que hay que valerse de financiación privada y es así como funciono. Ahora, dada la situación, muchos han optado por trabajar de esta forma y pienso que va a ser lo que nos haga levantar cabeza.

A nivel local, la actividad ha crecido como era de esperar. Si bien hay creadores que se están consolidando o ya lo han hecho, también están comenzando a formarse equipos de trabajo con mucha ilusión, y me fascina ver la cantidad de proyectos que van saliendo, el interés de gente de todas las edades por el cine y el teatro. Lo ideal es que haya movimiento, pero tampoco a cualquier precio. Porque es cierto, en algunos casos se adivinan unas ganas locas por hacer cosas... pero un respeto discutible por la profesión. Creo que eso se soluciona como siempre: formación, disciplina, constancia, sentido común... Si no hay amor, poca leche.



P: Ahora que está próximo el estreno, ¿qué tiene de especial 'Familia Feliz'?

M. G.: Que es tan cruel que resulta divertido. El cortometraje representa el viaje de Leonor desde su dulce infancia, con unos padres maravillosos, hasta su madurez y terrible (pero dulce) venganza.

Normalmente nos lo cuentan al revés: el héroe sufre por su pasado y asistimos maravillados a su redención durante el metraje. Creo que es evidente que en Hemocianina nos gusta complicarnos la vida y ofrecer algo más al espectador.

La historia es un drama que, de hecho, se vive en muchas familias, y es que las herencias suelen generar bastantes conflictos... porque el dinero convierte a las malas personas en monstruos.

Hemos querido ambientarlo en los 70's-80's, una brillante idea de nuestro director artístico (Lorenzo García), ya que lo social del asunto podía violentar en exceso, y ese es otro de los puntos fuertes. Todo el arte de la cinta se ha tratado con cariño y cuidado, desde el vestuario real de la época de Peke's, hasta el decorado, atrezzo, los complementos de Pikunelas, peluquería, maquillaje, los dulces de Nerea (CakeShop)...

Ver trabajar a los voluntarios de AMV de Protección Civil de Ciudad Real es otra de las cosas que me enamoran del corto. Hacen una labor maravillosa y queríamos mostrarlo. Además, fueron también muy diligentes con la ambientación, ciñéndose a los materiales y técnicas de trabajo de la época. Y, por supuesto, la banda sonora. The Wife & The Husband hacen que el viaje de Leonor sea mucho más intenso, que el ritmo se acelere y no haya tregua con el espectador.



P: Nos has hablado de la importancia del equipo. ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajo en 'Familia Feliz'?

M. G.: Enriquecedora, sobre todo. Como directores, Pedro Donate y yo tenemos la responsabilidad de estar disponibles, de no pedir imposibles y hacer que el equipo se sienta como es, valorado y respetado. Todos afrontábamos una preproducción compleja y tres jornadas intensas, pero ese sentimiento de unión del que tanto hablo es lo que nos facilitó mucho la vida.

Siempre hay momentos, cansancio, diferencias... es inevitable. La cuestión es cómo se afrontan.

Tenemos un pilar fundamental en Sergio Sánchez (Productor ejecutivo y Jefe de producción de la cinta), que hizo que todos estuviéramos centrados y trabajando por un objetivo común. Él es nuestro pegamento, la alegría del equipo y el que nos pone los pies en el suelo con una sonrisa.

También tenemos la suerte de contar con unos actores maravillosos, que crean un clima muy positivo. Es un placer trabajar con ellos, ver cómo dan vida a los personajes y forman una verdadera familia feliz, que sigue unida incluso en el momento del doblaje, porque 'Familia Feliz' está doblada a lengua inglesa, de hecho, tiene elementos muy divertidos gracias a nuestra directora de doblaje, Esther Sarachaga.

Tengo mucho que agradecer a todos y cada uno de los miembros del equipo, que fueron la práctica totalidad de los integrantes de Hemocianina, así como a todos los colaboradores, que han engrandecido notablemente la producción. Me siento muy honrada por poder trabajar con personas tan nobles, pacientes y trabajadoras. No se puede aspirar a más y me emociona, así de sencillo.



P: ¿Cómo esperas estar en 10 años?

M. G.: Trabajando, como deseo que estemos todos. Claro que tengo mis hitos que cumplir, pero la idea es que pueda sentirme orgullosa de lo que hago, que mis seres queridos lo compartan y poder emocionar a los espectadores.

También tengo una inclinación clara hacia el área docente, de hecho llevo tiempo haciendo incursiones en el ramo con buenos resultados, por lo que estimo aumentar mi actividad. Sería estupendo que hubiera una opción en esta ciudad de formación audiovisual, que no haya que irse fuera a hacer la primera toma de contacto formal. Los profesionales del Espacio Joven imparten cursos de calidad y en el Teatro de la Sensación también se han ofrecido talleres específicos, pero no hay nada más y lo ideal sería disponer de una opción reglada, con docentes profesionales y en activo.

Muchos compañeros hablan de una escuela de Artes Escénicas que lo reúna todo pero, ahora mismo, la carencia está en la formación cinematográfica.



Fotografía por Merferri.

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